Esta semana continuamos reequilibrando nuestra armonía esencial. Volvemos a nuestro equilibrio existencial, recorriendo el “camino a casa” con esta hermosa serie de 7 talleres enfocados a reequilibrar nuestro Ser esencial a través de un profundo trabajo con el cuerpo y meditaciones específicas que nos ayudarán en este proceso.
En este segundo Taller, tras haber establecido nuestra raíz con Muladhara Chakra, abordaremos “La morada del Ser”, allí donde comienza a definirse nuestra individualidad, discriminando lo que nos satisface de lo que no.
Segundo Chakra Svadhistana:
“Sva” significa Ser y “adhistana” morada. Refleja nuestros sentimientos hacia lo que nos gusta, aquello con lo que disfrutamos y lo que rechazamos. Su elemento es el agua y hace referencia a la fluidez, a nuestra capacidad de ser marea cambiante y movernos entre la dualidad de lo que nos atrae y lo que no. Desde esta dualidad nos relacionamos con los demás y fundamentará nuestras relaciones, buscando en el otro aquello que nos complementa para nuestro crecimiento, cuando nuestro chakra está en equilibrio. En caso contrario, buscaremos en el otro lo que “consideramos que nos falta”, llenándonos de expectativas que al no cumplirse nos llenan de frustración y sufrimiento. Por ello lo importante no es lo que elijamos o a quién sino desde dónde lo hacemos, desde lo que somos o desde lo que “creemos que somos”.
Se asocia a nuestros órganos reproductivos, a nuestra capacidad creadora y creativa, creamos a través de la felicidad y el placer. Allí donde nuestro corazón se siente seguro (chakra raíz) y encuentra el placer, el disfrute (svadhistana chakra), nuestro Ser hará lo posible por multiplicarse, expresarse, manifestarse y relacionarse con los demás de manera creativa y constructiva. Desde este centro nos abrimos al placer, no sólo vivimos sino que nos alegramos de estar vivos, Svadhistana nos enseña a agradecer y a ponerle una sonrisa a cuanto nos acontece en la vida.
Con Svadhistana Chakra aprendemos a relacionarnos de manera creativa con los demás, provocando la unión alquímica entre el femenino y el masculino en nuestro interior, nuestra parte emocional de lo que sentimos y necesitamos y nuestra parte de acción, nuestra responsabilidad de alcanzar aquello que necesitamos para nuestra satisfacción. Estando en equilibrio aceptaremos a los demás y a nosotros mismos como seres completos y capaces, seres responsables que saben obtener aquello que desean actuando con responsabilidad frente a sus proyecciones sin esperar que sean otros quienes las resuelvan.
Sin embargo cuando nos hacemos obsesivos o por el contrario carecemos de fuerza de voluntad entonces nuestro chakra se muestra en desequilibrio. En ocasiones este desequilibrio lo encontramos cuando somos incapaces de disfrutar de la vida, cuando obtenemos lo que deseamos a través del sacrificio excesivo o exigiendo a los demás que cumplan lo que esperamos de ellos a pesar de que no conozcan nuestras demandas.
El agua nos relaciona con su fluidez, con su capacidad de adaptarse al espacio que ocupa. Cuando somos capaces de sentir plenitud con lo que existe, cuando disfrutamos de la vida y vemos en cada momento una ocasión para disfrutar o para aprender, nuestro Ser se expande. Cuando fluimos todo se torna abundancia alrededor y la vida resulta más sencilla.
Algo que nos puede ayudar a equilibrar nuestro segundo Chakra es entrar en estados de fluidez, a través de asanas de Yoga encadenadas (como el saludo al sol) para entrar en estado de flujo, concentrarnos en una actividad creativa que nos apasione, concentrarnos en la respiración o concentrarnos en los movimientos energéticos que nos provocan determinadas posturas, buscar momentos que activen nuestros placeres sensoriales, etc. En definitiva, hacer todo aquello que nos conecte con disfrutar de los placeres de la vida.
Qué observar
Cómo equilibrar
Acariciar diferentes tipos de tejidos.Si te resuena, no dudes en contactar para reservar tu plaza contactando directamente conmigo aquí.
Namaste.
Por Minerva Tejero