No hay Yoga sin cambio. Si hay algo que he podido comprobar a través de mi práctica es que cuando una persona comienza a entregarse a la experiencia y a practicar de forma regular algo empieza a cambiar. En mi caso, uno de los primeros cambios que viví fue respecto a la alimentación.

Hace más de 7 años que dejé de comer carne, si bien es cierto que nunca me gustó demasiado y siempre tuve preferencia por el pescado. Recuerdo perfectamente como un día, realizando mi compra habitual, tomando entre mis manos una bandeja de filetes envasados, me quedé mirándola y un pensamiento atravesó mi mente como una flecha: “¿Pero cómo puedo estar comiendo esto?” Y ya no la volví a probar. Lo mismo ocurrió con la leche, observé que cada día dejaba mi desayuno a la mitad y no lo podía terminar, no me apetecía. Era algo completamente visceral y orgánico. Hasta ese momento mi práctica de Yoga había sido casi exclusivamente corporal, aún no me había adentrado en las raíces de esta filosofía y nadie me había recomendado alimentarme únicamente a base de vegetales, sólo sé que sucedió y mis gustos alimenticios cambiaron. Finalmente, cuando me embarqué en la formación de Yoga durante un mes íntegro con alimentación vegana (estrictamente vegetal sin incluir huevos ni leche), realizando una actividad física intensa durante una media de cinco horas diarias, levantándome a las seis de la mañana y durmiendo un promedio de seis horas, comprobé la fabulosa evolución tanto de mi energía como de mi estado físico y anímico. Entonces lo ví perfectamente claro: A partir de ese momento mi alimentación sería completamente vegetal.

Con esto no quiero decir que sea el patrón de alimentación que todo el mundo debe seguir. Considero que la alimentación es una relación muy íntima que establecemos con el entorno que nos rodea y por lo tanto es muy personal además de completamente sensorial. Si hay algo que he recuperado en estos años es la memoria. Sí, sí, la memoria, es decir a comer por intuición, lo que mi cuerpo sabio me dice que necesita. Pero para llegar ahí primero he tenido que “desaprender” muchos patrones de alimentación aprendidos. Considero que cada persona, respetando sus tiempos, sus necesidades, sus circunstancias debe alimentarse de aquella forma que le hace sentirse satisfecho, sano y feliz.

Eso sí, quien elige tener una alimentación basada en vegetales debe saber que no es sólo “comer ensalada”. Si hay algo que comprendí, es que debía aprender a alimentarme correctamente para que mi organismo tuviese todo lo necesario para su completo desarrollo. Por este motivo decidí invertir en la formación de un año que supone la Nutrición Bioenergética. Por eso y… ¡porque me encanta la cocina! Me encantan los descubrimientos alquímicos entre fogones. Y el mundo vegetal ha supuesto todo un descubrimiento creativo para mis sentidos dotando a mis platos de las máximas virtudes nutricionales. Desarrollando menús que me permitiesen alimentarme de forma muy saludable y además disfrutando de aromas, colores y sobre todo combinaciones de sabores, no sólo para que fuesen atractivos para mí sino también… ¡para seducir a familiares y amigos!.

Muchas veces he pensado que las personas no comen más vegetales bien porque lo consideran aburrido o trabajoso y complejo, en definitiva considero que hay un gran desconocimiento. El mundo vegetal dispone de miles de sabores cuya combinación los hace infinitos y son los principales responsables de dar sabor a la mayoría de los platos incluso no vegetarianos en forma de aderezos, salsas, aliños de especias, cremas y de añadir variedades de texturas. Si a esto le sumamos sus múltiples propiedades… Podemos crear platos sabrosos y nutricionalmente muy completos.

Todo ello es lo que te compartiré a lo largo de los próximos post, mis conocimientos acerca de Nutrición Bioenergética para que alimentarte de forma vegetal te resulte energetizante y… ¡riquísimo!. Te hablaré de los hábitos que puedes incorporar para llevar una alimentación más saludable, desde conocer las propiedades de determinados alimentos o como combinarlos saludablemente hasta como cocinarlos sin perder sus nutrientes. También te compartiré trucos y recetas deliciosas para que cocinar vegetales te resulte una tarea fácil. Así que si la alimentación vegetal o el simple hecho de incorporar más vegetales en tu alimentación ha suscitado tu curiosidad te invito a seguirme en los próximos post. ¿Te apuntas?

Que tengas un día muy nutritivo.

Minerva

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