Muchos pueden ser los motivos por los que nuestra espalda se resiente, bien por las posturas que adoptamos, el tipo de trabajo que desempeñamos… o bien por las tensiones emocionales que acumulamos. La espalda es “la mochila” en la que solemos cargar todas nuestras preocupaciones y responsabilidades. La tensión acumulada en nuestro sistema nervioso, en la espina dorsal, acaba convirtiéndose en un cúmulo de dolencias y alteraciones de la salud de nuestra espalda. Cualquiera que sea el motivo, hoy quiero compartir contigo esta rutina, que realizándola regularmente puede  ayudarte a paliar muchas de estas dolencias. Si además la complementas con la serie de Despertar el Cuerpo cada mañana, ayudarás a tu organismo a mantener su vitalidad.

Las posturas de extensión hacia detrás activan y fortalecen los músculos anteriores del cuerpo, tonificando tanto los músculos pectorales como los abdominales y ejerciendo un profundo masaje sobre la región lumbar. Además estas posturas tienen un importante impacto a nivel de órganos, mejoran el funcionamiento de las glándulas suprarrenales, potencian el funcionamiento cerebral, activan los músculos respiratorios y mejoran el sistema nervioso. Por otro lado, las posturas de flexión hacia adelante flexibilizan los hombros y la columna favoreciendo el buen funcionamiento de bazo, hígado y páncreas.

En conjunto, la realización de estas posturas nos ayudan a fortalecer, flexibilizar y revitalizar nuestra espalda contribuyendo a la buena salud de nuestra columna vertebral y facilitando el buen funcionamiento de muchos de nuestros órganos.

Adicionalmente, te dejo un fragmento compartido por Lise Bourbeau en el libro “Obedece tu cuerpo” que te puede ayudar a explorar posibles causas emocionales de tus dolores de espalda:

La persona a la que le duele la parte BAJA de la espalda, es decir, la región del sacro, es aquella para quien la libertad es sagrada, y teme perder su libertad de movimientos cuando los demás necesitan su ayuda. Con frecuencia es una persona que teme por su supervivencia. Sentir dolor de la quinta lumbar a la undécima dorsal (de la parte baja de la espalda hasta la cintura) está relacionado con el miedo a la escasez y con la inseguridad material. De hecho, como la espalda es el sostén del cuerpo humano, cualquier dolor en ella se relaciona con no sentirse bien sostenido. La parte baja se asocia con el área del “tener”. Por ejemplo: tener bienes materiales, dinero, un cónyuge, una casa, hijos, un buen oficio, títulos, etc. El dolor en este lugar significa que la persona necesita tener para sentirse apoyada, pero no se atreve a reconocerlo o admitirlo ante los demás. Lo lleva todo sobre su espalda, porque quiere hacerlo todo ella misma. Es muy activa en el terreno físico, puesto que su miedo a la escasez se manifiesta sobre todo en el nivel material, que para ella representa un buen apoyo. Por otro lado, tiene problemas para pedir ayuda a los demás, y cuando por fin se decide a pedirla y no la recibe, se siente todavía más inmovilizada y su dolor de espalda empeora La persona con dolor en la parte ALTA de la espalda, es decir, de la décima dorsal hasta las cervicales (de la cintura hasta el cuello), sufre de inseguridad afectiva. Es una persona para quien el “hacer” es muy importante, porque eso es lo que le da seguridad. Cuando alguien hace algo por ella se siente querida. Por otra parte, manifiesta su amor por los demás haciendo cosas para ellos. Del mismo modo, la espalda puede dolerle lo suficiente como para proporcionarle una excusa por no hacerlo todo, porque teme que si hace demasiado, ya no la ayudarán. Espera mucho de los demás, y cuando sus expectativas no se cumplen, tiene la impresión de soportar una gran carga. Como le cuesta trabajo “hacer” sus demandas, cuando lo logra se siente inmovilizada si el otro no responde a ellas. Entonces el dolor empeora. Este dolor puede también presentarse en una persona que se siente demasiado vigilada en lo que hace.

¿Te reconoces en alguna? Siempre puedes recurrir a la atención plena, para mejorar la gestión de tus emociones y aliviar así la tensión de tu espalda.

Namaste

Por Minerva Tejero Ardines.

 

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