Imagino que ya estarás de vuelta de tus vacaciones. Yo acabo de incorporarme tras un verano maravilloso de descanso, aprendizajes y conexiones con lugares y personas increíbles. Con la magia de estos días aún brillándome en la retina, me dispongo a abordar un año de nuevos proyectos y actividades que me encienden el alma. Si bien es cierto que no todas las actividades son igualmente interesantes y motivadoras, finalmente consigo que, en suma, mi vida diaria sea motivante e inspiradora. ¿Quieres saber como conseguirlo? Te contaré algo que uno de mis maestros me compartió en uno de mis viajes para profundizar en la senda del Yoga.

Durante todos los años que llevo practicando Yoga, si hay algo que creía tener completamente instaurado dentro de mí eran los cinco principios del Yoga: ejercicio adecuado (asanas), respiración adecuada (pranayama), relajación adecuada (savasana), alimentación adecuada (vegetariana), pensamiento positivo y meditación (dhyana). Sin embargo, fue en India cuando estos principios me llegaron directamente al corazón y cobraron todo su sentido. Fue el último día de mi estancia allí. En la despedida, el maestro de Ashtanga, Yogi Sidharth, nos dijo: “cuando os encontréis en la vida ante cualquier momento de incertidumbre, de dificultad o de inquietud volved vuestra mirada al Yoga y siempre encontraréis la respuesta.” ¡Y así es! Aplicando estos principios puedes obtener todo cuanto necesitas para sentirte plenamente satisfecho y feliz. Compartiré contigo algunas ideas de cómo puedes incorporarlos en tu vida cotidiana:

1. Ejercicio adecuado (Asanas)

Tu cuerpo físico está diseñado para moverse, a través de él experimentas la vida, llevas a cabo tus acciones diarias e interactúas con todo cuanto te rodea. Si tu estilo de vida te impide ejercitar tus músculos y articulaciones adecuadamente estos no podrán realizar sus funciones vitales e incluso dificultarán que algunos órganos realicen las suyas correctamente. De esta forma es fácil que te sobrevengan tensiones físicas, dolencias y malestares que te impidan sentirte bien.

Introduce un hábito diario en tu vida en el que realices un ejercicio adecuado, agradable y beneficioso para tu cuerpo, mente y espíritu. Busca la hora del día que en la que puedas disponer de unos minutos para ti y realízalo. Puedes comenzar el día realizando algunos estiramientos sencillos de Yoga durante 15 minutos. Aprovecha para desperezar tu cuerpo, tomar contacto con él, chequear como se siente, redescubrirlo, mimarlo con algunos ejercicios suaves que te permitan conectar poco a poco con la actividad del nuevo día. Otra opción es realizarlos un tiempo antes de acostarte, al finalizar el día para descontracturar y relajar todos tus músculos. Eso sí, no te olvides de hacer pequeñas pausas durante el día en las que puedas incorporar algunos movimientos conscientes que recoloquen y relajen toda tu estructura. Próximamente compartiré algunos ejercicios con los que puedes empezar a practicar de manera sencilla desde tu casa, incluso en tu propio espacio de trabajo.

También es buen momento para buscar un centro de Yoga con el que te sientas cómodo y comenzar a practicar en grupo. Además de aprender diferentes técnicas con la ayuda de un instructor, podrás aprovechar la energía del grupo para mejorar en tu práctica. Actualmente hay múltiples de opciones, elige aquella con la que mejor conectes y si tienes dudas de que opción es la que mejor se adapta a ti no dudes en consultarme y te ayudaré de la mejor forma que me sea posible. Yo misma en Octubre abriré un grupo los jueves por la tarde, así que aquí dispones de otra opción y serás bienvenido/a. Contáctame aquí para solicitar toda la información que necesites. Puedes ver en el siguiente vídeo algunas recomendaciones para poner en práctica.

  1. Respiración adecuada (Pranayama)

El Yoga nos enseña cómo usar nuestros pulmones al máximo de su capacidad. ¿Te has parado alguna vez a observar cómo respiras? En numerosas ocasiones es posible que tu respiración sea muy corta, llenando solamente la parte alta de los pulmones. Esto dificulta la entrada del oxígeno que necesitan nuestras células para regenerarse y llevar a cabo sus funciones vitales. Cuanto más profunda, lenta y rítmica sea tu respiración mayor será tu vitalidad y claridad mental. Con la práctica del Yoga encontrarás varios tipos de Pranayama enfocados a mejorar la calidad de tu respiración y a obtener importantes beneficios para tu organismo.

Organiza pausas a lo largo del día, utilizando incluso una pequeña alarma que te alerte para tomar consciencia de cómo es tu respiración en ese preciso instante. Puede ser cada dos horas, por ejemplo. En ese momento para y realiza tres respiraciones profundas inhalando el aire desde la nariz, llevándolo hasta el abdomen y exhalando muy lentamente desde el abdomen de nuevo hasta tu nariz. Es lo que en Yoga se llama respiración completa. Una respiración sencilla con múltiples beneficios, entre ellos la relajación, por lo que puedes utilizarla ante cualquier situación que te suponga cierta tensión o estrés. Chequea como te sientes tras la respiración.

En los próximos post te iré compartiendo más métodos de respiración que puedes practicar, así como los beneficios que te reportará cada uno.

  1. Relajación adecuada (Savasana)

Algunas de las situaciones a las que probablemente temes enfrentarte a la vuelta de tus vacaciones son todas aquellas que sabes van a generarte estrés. El ser humano es el único ser que presenta estrés “no adaptativo”, lo que significa que ponemos en marcha nuestros mecanismos biológicos de defensa para la supervivencia (estrés, liberación de adrenalina, tensión muscular…) incluso cuando no es necesario. Esto sucede porque sentimos como una amenaza para la vida algo que no lo es en realidad pero que interpretamos como tal. Como ya conocerás, el estrés es el causante de un gran número de enfermedades y dolencias siendo altamente perjudicial para nuestra salud. Por medio de una relajación adecuada y profunda de todos tus músculos (como la que se realiza al finalizar una sesión de Yoga) rejuvenecerás completamente tu sistema nervioso y podrás alcanzar una satisfactoria sensación de paz y bienestar. Cada vez que realizas una relajación profunda es como poner “el cuentakilómetros de tu organismo a cero”, renovando tu energía vital, dejando de seguir acumulando más y más carga con lo que ello supone para tu salud.

¿Cuántas veces al día aprovechas para relajarte profundamente de manera consciente? Observa como es tu día a día, ¿en qué momento puedes emplear 10 minutos para realizar una relajación profunda? Sólo tienes que encontrar esos 10 minutos, tal vez por la tarde, antes de acostarte puedas simplemente tumbarte y respirar. Puedes cerrar los ojos y empezar enfocándote en las sensaciones de tu cuerpo desde los pies a la cabeza y repetirte internamente frases de relajación. Utiliza una pequeña alarma que impida que te quedes dormido ya que en ese caso no sería una relajación consciente. También puedes utilizar algún audio o video que te sirva de guía.

Probablemente encontrarás muchas resistencias, la principal es que estamos tan acostumbrados a la acción que “no hacer” nos supone paradójicamente una gran incomodidad. ¡Ahí tienes todo un área de aprendizaje!

  1. Dieta adecuada (Vegetariana)

Además de ser responsables por la constitución de nuestro cuerpo, los alimentos que ingerimos afectan profundamente a nuestra mente. No tienes más que observar como se siente tu mente tras una comida copiosa, cuando algo te sienta mal al estómago o lo que ingieres está cargado de aditivos y excitantes. Para una máxima eficiencia cuerpo-mente y completa conciencia, el Yoga propone una dieta vegetariana. ¡Somos química! Está científicamente probado que los alimentos influyen en nuestros pensamientos y por lo tanto en nuestras emociones y estados de ánimo. Nuestro organismo es un torrente de constantes reacciones químicas que interactúan con todo aquello que entra dentro de nuestro cuerpo, así como sea lo que ingerimos así serán nuestras reacciones.

Procura elegir aquel tipo de alimentación que te resulte más saludable y permita a tu organismo sentirse mejor. Si no eres vegetariano trata de que tu alimentación sea lo más equilibrada y completa. Asegúrate de que incluyes más vitaminas en tu dieta e incrementa el consumo de frutas, verduras y legumbres. Elimina de tu dieta aquello que incluya un exceso de aditivos artificiales, excitantes y tóxicos que lejos de aportarte nutrientes aprovechables empeoran tu salud. Podrás encontrar más ideas y sugerencias en mis post de nutrición.

  1. Meditación(Dhyana)

Aquí está el punto más importante de todos, nos convertimos en aquello que pensamos. Por tanto, los pensamientos positivos y creativos que tengas, contribuirán a una salud vibrante, una mente pacífica y un espíritu lleno de alegría.

Puedes desarrollar una visión positiva sobre la vida a través del aprendizaje y práctica de las enseñanzas de la filosofía Yoguica o sencillamente experimentando la vida y viviéndola como si fuera un juego único e irrepetible. Las personas sabias no dramatizan ante situaciones triviales. Piensa en todo aquello por lo que puedes sentirte agradecido. Probablemente lo que tienes es muchísimo más de lo que puedes necesitar. Trata de observar las situaciones adversas como situaciones a resolver que ponen a prueba tu ingenio, tu creatividad y aprende de ellas como si de un entrenamiento se tratara. Con la práctica regular de la meditación podrás controlar el tipo de pensamientos que vienen a tu mente.

Dedícate 5 o 10 minutos al día para comenzar a integrar esta beneficiosa práctica en tu vida cotidiana. También te iré compartiendo diversas técnicas para que aprendas poco a poco a incorporar la meditación en tu vida diaria e incluso algunas ideas para mejorar la calidad de tus pensamientos.

En fin, aquel día India, integré que todo cuanto necesito en la vida para sentirme completa, satisfecha y feliz se resume aquí, está al alcance de mi mano. Todo esto forma la base esencial de nuestro bienestar. Lo demás es adicional y curiosamente ese “extra” es lo que nos rapta de mantener nuestra paz y serenidad interior.

¿Te apuntas a practicar?

Un fuerte abrazo y mis mejores deseos de que tengas un buen comienzo de ciclo.

Namaste

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